Según el criterio adoptado, los problemas pueden clasificarse de distintas maneras.
Perales Palacios (2000), según la tarea requerida para su resolución los clasifica en: problemas cuantitativos, los que demandan determinaciones numéricas, empleando ecuaciones y algoritmos de resolución; problemas cualitativos, cuando requiere de razonamientos lógicos deductivos que llevan a una explicación científica de la cuestión; y problemas experimentales, cuando se necesita recurrir a actividades específicas de manipuleo de material de laboratorio.
Pozo y otros (1995- p22), diferencian entre problemas cualitativos, como “problemas abiertos en los que se debe predecir o explicar un hecho, analizar situaciones cotidianas y científicas e interpretarlas a partir de los conocimientos personales y/o del marco conceptual que proporciona la ciencia” y problemas cuantitativos, aquellos en los que se traduce la información de un código a otro o a un lenguaje distinto por medio del uso de lenguajes científicos como sistemas de representación del conocimiento.
Los problemas cualitativos permiten al alumno hacer reflexionar sobre sus conocimientos, permitiendo la aplicación de los mismos al análisis de un fenómeno, los cuantitativos “entrenan al alumno en técnicas de trabajo cuantitativo que le ayudan a comprender los modelos científicos” (Pozo y otros, 1995- p 22).
El análisis cualitativo de una situación permite hacerse una idea de la situación, identificar las variables intervinientes en el fenómeno y sus relaciones relevantes, clarificar el objetivo de la situación y diseñar estrategias de solución fundamentadas que permitan explicar los resultados a los que se arriban, evitando que el alumno busque afanosamente fórmulas adecuadas para vincular los datos presentados, buscando un resultado numérico sin algún significado físico relevante. El análisis cualitativo exige una lectura comprensiva del enunciado del problema, para poder identificar cuál es el problema real y el área de conocimientos pertinente; involucra un análisis conceptual profundo de la situación en estudio, a la luz de las teorías y principios que sustentan el fenómeno; es ahí donde radica su potencialidad para provocar aprendizajes significativos.